La reforma laboral que impulsa Milei prende luces de alerta en la CGT
El Consejo de Mayo vuelve a sesionar este lunes con un tema que genera tensiones dentro del oficialismo y preocupación en el sindicalismo: la reforma laboral. Aunque el Gobierno insiste en que busca “modernizar el sistema laboral argentino”, en los hechos resurgen propuestas ya contenidas en el DNU 70, que fue frenado por la Justicia, y que afectaban directamente la estructura sindical.
La conducción de la CGT ya expresó su inquietud ante la intención del ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, de reinstalar modificaciones como la eliminación de las cuotas solidarias, el fin de la ultraactividad de los convenios colectivos y la descentralización de las paritarias. Es decir, un intento por debilitar la negociación colectiva y asfixiar financieramente a los gremios.
Desde el entorno libertario sostienen que estas medidas son clave para atraer inversiones y generar empleo formal. Sin embargo, el sector dialoguista del Gabinete, liderado por Guillermo Francos, intenta amortiguar el conflicto y propone alternativas que no rompan los canales de diálogo con la CGT, aunque con cada vez menos peso dentro del esquema de poder.
La central obrera, por su parte, ve con recelo la jugada política: creen que el oficialismo busca convertir la reforma laboral en bandera electoral de cara a octubre, y temen que un eventual triunfo amplio de Milei empodere al ala dura del Gobierno y le dé vía libre a los cambios más extremos.
Uno de los puntos que genera mayor resistencia es la intención de restablecer el criterio del DNU que exige consentimiento explícito del trabajador para descontar cuotas solidarias, lo que en la práctica vaciaría de fondos a los sindicatos. “Si esto vuelve, desaparecemos”, había advertido en su momento el dirigente mercantil Armando Cavalieri.
En paralelo, avanza el proyecto de ley de Promoción de Inversiones y Empleo impulsado por diputados de La Libertad Avanza y el PRO, que incluye flexibilización de vacaciones, jornada laboral más laxa, ticket canasta como parte del salario y otras medidas que reducen derechos laborales adquiridos.
Mientras tanto, Gerardo Martínez (UOCRA), representante de la CGT en el Consejo de Mayo, insiste en que aún no hay un borrador definitivo sobre la reforma. Pese a las desconfianzas, apuesta a seguir en la mesa de diálogo para que las modificaciones no se definan de forma unilateral ni en clave electoral.
La CGT también observa con atención el proyecto de “Democracia Sindical” que algunos sectores del Congreso pretenden reflotar, con restricciones a la reelección sindical, controles a los fondos gremiales y más limitaciones al poder de las organizaciones obreras.
Todo indica que, gane o pierda en octubre, Milei seguirá apostando a reformar el modelo laboral. La pregunta es si logrará el respaldo político necesario o si, una vez más, deberá retroceder frente a la resistencia sindical y judicial.