Milei, entre insultos y fantasmas: “El monstruo vive”, tras el cierre de listas

En un nuevo episodio de su estilo confrontativo, el presidente Javier Milei reapareció este domingo en redes sociales con un mensaje cargado de agravios y teorías apocalípticas, tras el cierre de listas en la provincia de Buenos Aires. Con tono incendiario, volvió a utilizar la retórica del “monstruo” para atacar a quienes no comparten su visión, sin hacerse cargo de las fracturas internas ni del desgaste creciente en su propio espacio político.

“Cuando pasan cosas como las de anoche me pregunto qué pensarán los imbéciles que acusan de violentar a la República porque los modales no son de su agrado. No dimensionan el monstruo que enfrentamos. De hecho, el monstruo vive porque cuando lo ven se orinan en las patas. VLLC!”, escribió Milei en su cuenta de X, mostrando otra vez su desprecio por las formas democráticas y su intolerancia frente a cualquier disidencia.

El mensaje llegó horas después de la confirmación del acuerdo entre La Libertad Avanza y el PRO para compartir listas en Buenos Aires, un pacto tejido con desconfianzas, presiones de Karina Milei y un armado que dejó heridos en ambos bandos. Lejos de mostrar liderazgo o equilibrio institucional, el Presidente eligió refugiarse en los ataques y en una épica que no logra ocultar el caos político interno que atraviesa su gobierno.

La alianza con el PRO evidencia que, pese a su discurso “anticasta”, Milei recurre a los viejos partidos para sostenerse electoralmente. Lo que parecía un acuerdo estratégico terminó siendo una postal de debilidad y pragmatismo forzado, frente a un escenario adverso.

En paralelo, la interna libertaria se profundiza. El propio jefe de Gabinete, Guillermo Francos, reconoció públicamente que hay una “crisis política” con Victoria Villarruel, y le exigió mayor “solidaridad” con el Ejecutivo. La vicepresidenta, por su parte, no oculta su malestar por el destrato y las promesas incumplidas. El Gobierno, que prometía orden y firmeza, hoy es rehén de su propia improvisación.

Mientras Milei intenta tapar con gritos su falta de gestión, la incertidumbre crece en todo el país. Las frases altisonantes, lejos de aportar soluciones, revelan un liderazgo aislado, más enfocado en enemigos imaginarios que en los problemas reales de la Argentina.