Escándalo internacional: la Justicia de EE.UU. ya vincula a Milei y a su hermana con la criptoestafa LIBRA
El caso por la estafa con el token $LIBRA no para de crecer en los tribunales de Nueva York.
La demanda colectiva que impulsan cientos de inversores estafados en Estados Unidos acaba de ser ampliada, y en el nuevo escrito judicial no solo se menciona 54 veces al presidente Javier Milei, sino que por primera vez se apunta directamente a su hermana, Karina Milei, actual secretaria general de la Presidencia. La sombra del escándalo financiero ya salpica de lleno al gobierno argentino y complica aún más su ya cuestionada credibilidad institucional.
La demanda, presentada por los abogados Max Burwick y Margaret Hoppin ante la jueza federal Jennifer Rochon, solicita que los responsables del fraude –entre ellos Hayden Mark Davis y Benjamin Chow– enfrenten un juicio oral y público con jurado, bajo cargos gravísimos: fraude, crimen organizado y enriquecimiento ilícito. Pero aunque Milei no figura entre los acusados formales, su rol en el esquema es señalado de manera reiterada y contundente como clave en la promoción pública que atrajo a miles de pequeños inversores.
Uno de los puntos más alarmantes del documento es la mención directa a Karina Milei como la persona que autorizó las visitas de Davis a la Casa Rosada. Según consta en registros oficiales, Davis ingresó al menos una vez acompañado por la funcionaria, y sus vínculos se repitieron en más de una ocasión.
De hecho, en el texto legal se reproducen frases del propio Davis asegurando que “controlaba al presidente a través de su hermana”.
Pero el elemento que transformó el fraude en una explosión fue un tuit del propio Javier Milei, el 14 de febrero, en el que mencionó el token $LIBRA, lo que fue interpretado por miles de inversores como un respaldo presidencial.
Según la demanda, ese posteo provocó un aumento masivo en la compra de la cripto, mientras Davis y su entorno retiraban decenas de millones de dólares de la operatoria. Un fraude “planificado estratégicamente”, según palabras de los letrados.
La acción judicial invoca la Ley RICO (Racketeer Influenced and Corrupt Organizations Act), norma federal que permite perseguir redes de crimen organizado y aplicar penas severas, similar a la figura de asociación ilícita en el derecho argentino.
De hecho, se explica que el objetivo de la estafa fue montar una infraestructura depredadora dentro del ecosistema cripto para vaciar el capital de los inversores desprevenidos.
Oscar Agost Carreño, diputado nacional y miembro de la comisión investigadora del Congreso (que aún no logra avanzar por trabas del oficialismo), expresó que la acción judicial formaliza el vínculo entre el token $LIBRA y Javier Milei, al tiempo que cuestionó el uso de su figura presidencial para inducir inversiones engañosas. Aunque aún no se lo acusa de forma directa, la gravedad de las menciones pone a la Casa Rosada en el centro del escándalo.
Las pruebas son contundentes: capturas de pantalla, registros oficiales de visitas a la Casa de Gobierno y mensajes de voz donde Davis asegura tener influencia directa sobre Milei. Incluso, el CEO de Kelsier Ventures llegó a escribir: “Le mandé plata a la hermana [de Milei] y él firma todo lo que yo digo”.
La justicia estadounidense considera esto como un elemento central en la manipulación del mercado.
Por si fuera poco, el documento detalla transferencias por casi un millón de dólares en el entorno inmediato de las reuniones de Davis con Milei, sin que hasta el momento haya habido explicaciones oficiales.
Tampoco se descartan futuras ampliaciones de la demanda que incluyan directamente al mandatario argentino.
Mientras tanto, el Gobierno guarda silencio, y la “libertad” que Milei dice defender queda, una vez más, asociada a operaciones turbias, corrupción internacional y manipulación del poder estatal para fines privados.
Un capítulo más del modelo de negocios que Milei lleva adelante desde el Estado, donde la palabra “libertario” ya suena más a coartada que a ideología.