Milei, en caída libre tras el coimasgate en Discapacidad
La primera encuesta posterior al estallido del escándalo revela que casi 6 de cada 10 argentinos ven al Presidente y a su hermana Karina como responsables directos del entramado de sobornos.
Un país que huele a corrupción
El estudio de Trespuntoszero, realizado entre el 22 y el 26 de agosto, muestra que el 79% de la población ya está al tanto del caso de las coimas en la ANDIS. Y lo más demoledor: el 62,5% cree que los audios de Diego Spagnuolo reflejan hechos graves de corrupción dentro del gobierno.
La palabra más repetida en la encuesta cuando se menciona la noticia: corrupción. Incluso entre votantes libertarios, el término aparece segundo después de “opereta”, mostrando que ni su propia base compra del todo la coartada oficial.
Karina en el ojo de la tormenta
Si Milei buscó blindar a su hermana con silencio y retuits, el resultado fue el contrario.
El 59,3% de los consultados señala a Karina Milei como responsable de las maniobras ilícitas. Es decir: más de la mitad del país ya la identifica como pieza clave del escándalo.
El Presidente tampoco queda indemne: el 57,9% lo considera cómplice o responsable directo de las coimas.
El derrumbe de la imagen presidencial
Hasta hace apenas siete semanas, Milei rozaba el 52% de imagen positiva. Hoy se desplomó a 39,8%, cayendo al tercer puesto detrás de Axel Kicillof (43,8%) y Cristina Fernández de Kirchner (41,8%).
En paralelo, su imagen negativa trepa al 58,5%, superado solo por Mauricio Macri y otros nombres salpicados por el escándalo, como Lule Menem y la propia Karina.
El coimasgate, nuevo problema número uno
Cuando se pregunta por las principales preocupaciones del país, la corrupción se lleva el 44,5%, superando a la pobreza (16,1%), la inseguridad (13,2%) y la inflación (8,4%). El mensaje es claro: el “milagro libertario” quedó sepultado por la sospecha de sobornos.
Lo que esta encuesta deja en evidencia no es solo un desgaste, sino la posibilidad de que el gobierno de Milei esté entrando en su primera crisis terminal de credibilidad.
El “león” que prometió venir a terminar con la casta hoy es percibido, por la mayoría, como parte de la misma trama corrupta que juró destruir.