💥 “Tantas veces me morí…”: la ironía de un Gobierno que se desangra solo

Guillermo Francos se fue del Gobierno apenas días después de citar, con tono burlón, la mítica frase de Mercedes Sosa: “Tantas veces me mataron, tantas veces me morí…”. Lo que parecía una defensa irónica ante los rumores terminó siendo una profecía cumplida. En la Argentina de Milei, nadie resucita: todos terminan cayendo.

El exjefe de Gabinete había intentado mostrarse como el garante del diálogo con los gobernadores y la política real. Pero en la “república del like” no hay espacio para el consenso. Milei no dialoga: impone, grita y reemplaza funcionarios como si moviera fichas en un tablero que sólo él entiende.

Francos se va y el vacío político se agranda. Detrás queda un Presidente cada vez más solo, rodeado de aduladores y tuiteros que confunden lealtad con fanatismo. Su promesa de “orden y eficiencia” se hunde en el barro de sus propias contradicciones.

Mientras el país se debate entre la recesión, la inflación y la desilusión, el Gobierno sigue enredado en su propia interna. Hoy fue Francos, mañana será otro. Porque en la Argentina de Milei, todos terminan cantando el mismo estribillo: “Tantas veces me morí…”.