💣 “Ciclo cumplido”: el eufemismo con el que Milei tapa su propio fracaso político

Manuel Adorni, flamante jefe de Gabinete, intentó ponerle un tono prolijo a la salida de Guillermo Francos, diciendo que “había un ciclo cumplido”. Pero detrás de esa frase amable se esconde lo que ya nadie puede negar: el Gobierno de Javier Milei es un caos permanente donde los ciclos no se cumplen, se quiebran.

Francos fue —como reconoció el propio Adorni— una “pieza clave” en el intento de tender puentes con los gobernadores y con la política real. Su renuncia, apenas días después de la cumbre en Casa Rosada, es la prueba de que Milei no tolera ni siquiera a quienes logran lo que él no puede: dialogar.

En el mundo libertario, todo el que piensa distinto o no aplaude lo suficiente termina afuera. Hoy fue Francos. Ayer otros. Mañana, quién sabe.

Lo único que se mantiene constante es el descontrol y la soberbia presidencial.

Mientras Adorni intenta vender orden con frases de manual, el país sigue hundido en la incertidumbre. Milei destruye su propio equipo con la misma velocidad con la que rompe los vínculos institucionales.

En esta historia, los “ciclos cumplidos” no son parte de una gestión: son síntomas de un gobierno que no sabe gobernar.