Sáenz sale al rescate: la Provincia pone fondos propios para reactivar la pavimentación de la Ruta 51
Mientras el Gobierno nacional mantiene paralizadas las obras públicas, Salta vuelve a invertir recursos propios para avanzar con una infraestructura clave para la integración regional y el Corredor Bioceánico.
El gobernador Gustavo Sáenz firmó un acta acuerdo con el titular de Vialidad Nacional, Marcelo Jorge Campo, mediante el cual la Provincia asistirá financieramente a la Nación para que se retomen los trabajos de pavimentación de la Ruta Nacional 51, en el tramo Mina La Poma – Alto Chorillos, correspondiente a la segunda sección del trayecto San Antonio de los Cobres – Cauchari.
“Con nuestra asistencia financiera podrá concretarse una obra varias veces anunciada y frenada por la desidia del Gobierno nacional”, sostuvo Sáenz, en una clara alusión al abandono de la obra pública por parte de la administración de Javier Milei.
La Ruta Nacional 51 es uno de los ejes estratégicos del Corredor Bioceánico Norte, ya que conecta a Salta con el Paso de Sico y los puertos chilenos del Pacífico, permitiendo una salida directa a los mercados internacionales.
Sáenz destacó que la decisión de invertir recursos provinciales refleja la voluntad de no resignar el desarrollo:
“A pesar de la paralización nacional, seguimos gestionando y aportando para que la pavimentación de la 51 sea una realidad. Empieza a concretarse el sueño de la salida al Pacífico, una herramienta de integración y progreso para Salta y todo el Norte argentino”, afirmó.
El mandatario también subrayó la importancia del proyecto como motor productivo:
“La integración nos asegura desarrollo. Seguimos trabajando por Salta y por los salteños, aunque otros miren para otro lado”, remarcó.
El financiamiento del primer tramo ya está a cargo de la Provincia a través de FONPLATA, el banco de desarrollo regional que impulsa obras de conectividad e integración entre Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Esta nueva asistencia financiera marca un gesto político fuerte del gobierno salteño frente a la inacción nacional: mientras Milei reduce inversiones y prioriza la especulación, Sáenz apuesta al desarrollo concreto y a la infraestructura que une pueblos, genera trabajo y abre puertas al comercio internacional.